Si leer poesía ya es un reto entre los lectores, motivarla, es una quimera.
Raúl Vaca ha sabido entrar dentro del cerebro le los primeros poetas que verán la luz en los próximos años.
¿Cómo lo consigue? Eso es arte de mago. Y Él, lo es.
Nos hemos quitado el "sombrero de copa" ante su embrujo y ha salido un polvillo mágico embriagador que invita a construir un haiku, a rimar unos versos... o simplemente, a ver música en las palabras.
