2/2/10

Libros: Tomado de Padres y colegios

EN PORTADA
Clásicos y no tan clásicos de la...
Literatura infantil y juvenil
Los imprescindibles en cualquier biblioteca
Por Adolfo Torrecilla

Sin ánimo de ser exhaustivos, hacemos en este artículo una selección de grandes autores y novelas de literatura infantil y juvenil que no deben faltar en ninguna biblioteca de nuestros hijos.

Para crear la afición a los libros es muy importante acertar con los títulos que se recomiendan. Sobre los clásicos, hay bastante unanimidad. Más complicado es estar al tanto de las novedades. Muchos padres se encuentran perdidos ante esta falta de información, y más todavía cuando los libros se convierten en un fenómeno de masas. Algunas iniciativas, como la página web de Luis Daniel González, www.bienvenidosalafiesta.com, un complemento al diccionario del mismo título, o las selecciones hechas por José Manuel Mañú, además de otras iniciativas, proporcionan sugerencias para no perderse entre la maraña de títulos.


CUENTOS Y AVENTURA

Para comenzar, recomendamos los grandes cuentos populares que han triunfado en todas las latitudes: los de Perrault, los hermanos Grimm y Hans Christian Andersen. Y de autores contemporáneos, dos libros que reúnen lo mejor de la cultura popular: Cuentos para jugar, de Gianni Rodari; y Narradores de la noche, de Rafik Schami.

Uno de los géneros preferidos es la aventura: acción imaginativa y trepidante, ambientada en diferentes épocas. Comenzamos con uno de los clásicos que nunca deben faltar, La isla del tesoro, de Robert L. Stevenson; o el derroche de futurista imaginación de Julio Verne en Veinte mil leguas de viaje submarino. También hay aventuras ambientadas en Francia: Alexandre Dumas, Los tres mosqueteros; en África: Beau Geste, de P. C. Wren y Las minas del rey Salomón, de Henry Rider Haggard; en el naciente Estados Unidos: El último mohicano, de Fenimore Cooper; o en esa naturaleza inhóspita del norte de Estados Unidos donde Jack London sitúa Colmillo blanco y La llamada de lo salvaje.

La novela histórica sirve para explicar cómo era la vida en otros tiempos. Es lo que consigue Rosemary Sutcliff en Aquila, el último romano y El Águila de la Novena Legión; en la Edad Media ambienta Thea Beckman Cruzada en Jeans. En una Edad Media legendaria transcurre El libro de Sykem, la última novela de Julio César Romano.


INTRIGA Y MISTERIO

La novela policíaca es otro de los géneros preferidos. Aquí recomiendo los clásicos más clásicos: Agatha Christie y los libros de Sherlock Holmes de Conan Coyle.

Junto con lo policíaco, el terror también arrasa. No pueden faltar los cuentos de Edgar Allan Poe y El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, de R. L.Stevenson. Y de un autor actual, César Fernández, destaco Las brujas de Trasmoz, premio La Galera 2009.
Si las novelas están ambientadas en las consecuencias de la guerra, la intriga es todavía más acuciante. Por ejemplo, Un saco de canicas, de Joseph Joffo, con unos jóvenes que luchan por la supervivencia en la Segunda Guerra Mundial, y Cuando Hitler robó el conejo rosa, de Judit Kerr.


SALIR ADELANTE

Otras novelas describen el ambiente familiar y la relación con los amigos que tienen los protagonistas, a veces en contextos conflictivos. Destaco David Copperfield y Oliver Twist, de Charles Dickens, y Las aventuras de Tom Sawyer y, sobre todo, Las aventuras de Huckleberry Finn, de Mark Twain. Y dos joyas: El vino del estío, de Ray Bradbury, y Matar un ruiseñor, de Harper Lee.

El conflicto social predomina en Rebeldes, de Susan Hinton, novela que ha provocado muchas secuelas, lo mismo que El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger. Muy humanas son El camino, de Delibes; Un tiesto lleno de lápices, de Juan Farias; los libros de Fray Perico y su borrico, de Juan Muñoz; Cinco panes de cebada, de Lucía Baquedano y Vigo es Vivaldi, de José Ramón Ayllón. Sanamente lacrimógena es Mi planta de naranja-lima, de José de Vasconcelos. Y novelas que abordan situaciones actuales son Senén, de Olaizola; El final del cielo, de Gándara, y Amordazados, de Santiago Herráiz.

Novelas que brillan por su componente poético son Platero y yo, de J. R. Jiménez; El bosque animado, de Fernández-Flórez, y Carolina en el país de las estaciones, de Luis Ramoneda.


LITERATURA FANTÁSTICA

Los grandes clásicos de la literatura fantástica son El señor de los anillos, de J. R. R. Tolkien; las Crónicas de Narnia, de C. S. Lewis; los libros de Harry Potter, de Joanne K. Rowling; y, entre otras, las Crónicas de Prydain, de Lloyd Alexander. Pero también merecen leerse Una historia interminable, de Michael Ende, y Un mago de Terramar, de Úrsula K. Le Guin.

Y finalizo con unos cuantos libros totalmente imprescindibles en cualquier biblioteca: El principito, de Saint-Exupéry; El Maravilloso Mago de Oz, de L. F. Baum; Peter Pan, de J. M. Barrie; Alicia en el País de las Maravillas, de Lewis Carroll.


ENGANCHADOS A LAS SAGAS

El espectacular éxito de la saga Crepúsculo, de Stepphenie Meyer, ha vuelto a demostrar el tirón comercial de las novelas juveniles. Rápidamente han aparecido las versiones cinematográficas, que han apoyado la extensión del libro, ya traducido a veinte lenguas. Además, han puesto de moda las novelas y películas de temas relacionados con los vampiros, con diferentes formatos e intenciones (desde lo más truculento a versiones light). La saga Crepúsculo es la sucesora de Harry Potter, otro bombazo editorial y comercial que ha hecho historia, también en el cine. Y lo mismo ha pasado con las Crónicas de Narnia, de C. S. Lewis, y con los tres libros de El señor de los anillos, de Tolkien, otro de esos grandísimos éxitos en la pantalla y en el mercado literario. Cada vez se estrechan más las relaciones entre cine y literatura, sobre todo si son éxitos entre el público juvenil.

Y es que, entre unas cosas y otras, se ha puesto de moda esto de las sagas: los lectores jóvenes suelen engancharse a las sucesivas aventuras que viven sus héroes. Otras sagas son las escritas por Cornelia Funke (entre otras, Corazón de tinta) y Christopher Paolini (Eragón), las protagonizadas por el simpático ratón y periodista Gerónimo Stilton, otro de esos fenómenos interplanetarios; las Crónicas de Spiderwick, con las continuas sorpresas de desapariciones y sucesos extraños; y la saga de Fairy Oak, de Elisabettta Gnone, a la que cada vez más se están enganchando sobre todo lectoras ávidas de magia y encantamientos en un ambiente idílico; Fairy Oak lleva vendidos más de un millón de ejemplares.

En España, Laura Gallego ha batido récords con la trilogía de Memorias de Idhún. También destacamos a David Lozano con su trilogía La Puerta Oscura y los libros de Iván de Aldénuri, de Juan Antonio Pérez Foncea.

Más info: Entrevista a Alfredo Gómez Cerdá, Premio Nacional 2009 de literatura infantil y juvenil