5/11/10

El Pincipe de la Niebla

ResumenVerano de 1943: la familia de Max se traslada a un pequeño pueblo de la costa del Canal de la Mancha huyendo de los peligros de la guerra que asola Europa. El joven de trece años conoce allí a Roland y a su abuelo, Víctor Kray, guardián del faro. Con el nuevo amigo y con la hermana de éste, Alicia, pasan agradables jornadas en la playa, buceando y visitando los restos del buqueOrpheus II. Pero los días de felicidad se ven truncados por la aparición de Mr. Caín, el Príncipe de la Niebla, un diabólico personaje que otorga deseos a cambio de un precio elevado. Para evitar un final desgraciado Max intentará encajar las piezas del puzzle que se ofrece a su alcance: el jardín de las estatuas, las viejas películas y la terrible historia que el abuelo de Roland se niega a sacar a la luz.Fragmento"La claridad parecía provenir del interior de las bodegas y Max siguió aquel rastro que revelaba el fantasmal espectáculo del buque hundido y lo hacía aparecer como una macabra catacumba submarina. Recorrió un pasillo en el que jirones de lona raída flotaban suspendidos como medusas. En el extremo del corredor, Max distinguió una compuerta semiabierta, tras la cual parecía ocultarse la fuente de aquella luz. Ignorando las repulsivas caricias de la lona podrida sobre su piel, asió la manija de la compuerta y tiró con toda la fuerza que fue capaz de reunir.La compuerta daba a uno de los depósitos principales de la bodega. En el centro, Roland luchaba por zafarse del abrazo de aquella criatura de agua que ahora había adoptado la forma del payaso del jardín de las estatuas. La luz que Max había visto emanaba de sus ojos crueles y desproporcionadamente grandes para su rostro. Max interrumpió en el interior de la bodega y la criatura alzó la cabeza y lo miró. Max sintió el impulso instintivo de huir a toda prisa, pero la visión de su amigo atrapado le obligó a enfrentarse a aquella mirada de rabia enloquecida. La criatura cambió de rostro y Max reconoció al ángel de piedra del cementerio local." (pp. 173-174